¡Bienvenidos de nuevo Morlocks! Continuamos con la tercera entrega del diario de bitácora del proceso de creación de nuestro nuevo iClassics: El Color que cayó del cielo de H.P. Lovecraft. Después del proceso de guion, creación de personajes, y la ilustración y color final, el siguiente paso es la animación de los elementos interactivos.

Una vez el ilustrador ha finalizado todas las ilustraciones, separadas por capas y troceadas, éstas llegan al equipo de animación y programación. En este punto todo el equipo creativo se reúne para analizar cada página y definir qué tipo de animación e interacción se realizará en cada una de ellas. Se analizan tanto aspectos técnicos (detectar si la ilustración está bien preparada o necesita retoques, cómo se planteará el montaje para conseguir el efecto deseado, etc..) como aspectos creativos (la velocidad de las animaciones, qué elementos necesitan animarse y qué aportan al relato o incluso la actuación de los personajes). Una vez se tienen claros todos estos aspectos, se empiezan a trabajar las primeras animaciones.

Normalmente, la mayoría de animaciones tienen dos estados: el estado de reposo, que da “vida” a la ilustración (como por ejemplo el ligero movimiento producido por el viento de las ramas de los árboles o la respiración y parpadeo de un personaje) y la interacción, que será la acción que desencadenará el usuario al tocar la pantalla. Para las animaciones usamos el programa Spine, desarrollado por Esoteric Software, utilizado habitualmente para la animación de juegos en 2D. Un iClassics tiene un concepto muy diferente al de los juegos, pero con imaginación y muchas horas de prueba y error, se llegan a conseguir efectos y animaciones realmente espectaculares. Para animar las ilustraciones previamente segmentadas, los animadores generan un esqueleto que se corresponde con el personaje u objeto a animar. Este esqueleto está compuesto por distintos huesos a los que se vinculan las piezas de las ilustraciones, consiguiendo así dar movimiento a imágenes estáticas.

 

 

Durante este proceso, se genera a mano una malla que permite deformar y dar volumen a las ilustraciones, consiguiendo así que los personajes se muevan naturalmente, respiren, o tengan expresiones faciales, etc. Llegando incluso a dotar de tridimensionalidad a personajes y escenas.

 

 

Otro efecto recurrente es la generación de efectos 3D partiendo de ilustraciones 2D (parallax) mediante la separación de las capas en varios niveles y así generar profundidad al mover el dispositivo.

 

 

El toque final a muchas de las animaciones respecto a la ambientación se da añadiendo partículas y efectos de luz. Con ellas se pueden conseguir explosiones, fuegos, velas, partículas de polvo, lluvia, nieve, insectos, humo, niebla… Es un trabajo laborioso porque cada partícula tiene que afinarse en textura, transparencia, tonalidad, cantidad, fuerza de gravedad o tiempo de vida para que genere el efecto deseado y se integre con naturalidad en la escena.

 

 

Y ésta es de manera muy resumida el proceso de animación de un iClassics (quedan en el tintero por explicar muchos efectos y técnicas utilizados, pero eso daría pie a una conferencia entera). En todo este proceso, la magia la consigue el equipo de programación, que nos salva la vida cuando las herramientas de animación se quedan cortas consiguiendo con ingenio que las locuras artísticas cobren sentido. Además de lograr que el dispositivo aguante los recursos y la experiencia de usuario sea satisfactoria. En el próximo post hablaremos de un aspecto muy importante en los iClassics: el diseño y maquetación. Cthulhu Fhtagn!

 

iLovecraft 2

Ahora puedes disfrutar de “El Color que cayó del cielo“, uno de los relatos más escalofriantes de H.P.Lovecraft en este nuevo formato interactivo de lectura inmersiva.